Un año más, han tenido lugar en Granada los
actos conmemorativos de la Reconquista de la ciudad por los Reyes Católicos, que
recibieron las llaves de manos del Rey Boabdil. Culminó así la trabajosa lucha
de 8 siglos por recuperar lo que la invasión musulmana nos había arrebatado en
complicidad con los judíos de dentro que les facilitaron la entrada. Una
comitiva municipal se trasladó con una copia del Pendón de los Reyes Católicos
hasta la Catedral, donde se celebró la Santa Misa. El Arzobispo, Monseñor Javier
Martínez, dio las gracias por una
"victoria que terminó con ocho siglos de devastaciones, sufrimientos e
intolerancias", lo que ha provocado las críticas de los progresistas
izquierdistas y de los "tolerantes musulmanes" de siempre.
Tras la Misa, el Pendón volvió
procesionalmente hasta el Ayuntamiento, desde cuyo balcón
consistorial, el concejal del PP Juan García Montero, al que correspondía por el
turno de edad establecido, tremoló el pendón por tres veces como manda la
tradición, después de repetir la leyenda: "Granada, Granada, Granada, por los
ínclitos Reyes de España don Fernando V de Aragón y doña Isabel I de Castilla.
Viva España. Viva el Rey. Viva Andalucía. Viva Granada", a cuyo término la banda
de música militar interpretó el "Granada" de Juan Lara; un incógnito himno de
Andalucía, que fue abucheado y el Himno Nacional, que fue coreado con la letra
de José María Pemán.
Desde la contigua calle de los Reyes
Católicos, donde está situada la sede del Movimiento Católico Español, se
incorporó una comitiva de patriotas con banderas nacionales, de Falange y del
Movimiento. En los balcones lucían las banderas habituales, mientras se
escuchaba con megafonía una sucesión de himnos y marchas patrióticas y
militares.
Las banderas alegraron y dieron colorido a la
concentración en la Plaza del Carmen, donde se encuentra el Ayuntamiento y donde
se concentraba una multitud que atiborraba la plaza y las calles adyacentes,
cifrada en unas 3.000 personas por los medios de comunicación locales.
Las banderas se situaron justo frente al
balcón central del consistorio, mientras se animaba la larga espera con gritos
positivos, coreados por el público como "Viva España", "Viva la unidad de
España", "Vivan los Reyes Católicos", "Viva Granada", "Viva la unidad católica",
"Viva Cristo Rey", "Arriba España" y otros parecidos, junto a lemas como "España
unida jamás será vencida", "España una y no cincuenta y una", "España cristiana
y no mulsulmana". También se dieron numerosos vivas al Ejército cuando entró en
la Plaza.
Al frente de todo el aparato de acción y
propaganda, el incansable líder falangista granadino, José María Caballero, Jefe
Provincial del Movimiento Católico Español, junto a numerosos jóvenes y mayores.
Y la especial presencia este año de José Luis Corral, el Jefe Nacional, que se
unió a la fiesta. Los calendarios de AJE y el MCE, como siempre, triunfando y
requeridos ávidamente por los presentes y por cuantos los alcanzaban a ver. Se
agotaron en la plaza, aunque se repusieron en la comida (los calendarios).
Posteriormente se celebró una concurrida
comida de hermandad en un restaurante granadino.
A los postres, pronunciaron discursos José
Luis Corral, Juan Molina y José María Caballero.
El Jefe Nacional del MCE y AJE recordó los
grandes jalones de nuestra historia que suponen años como 589, 711, 718, 1212,
1492, 1808, 1936 y 1939. Quizá el más descollante es precisamente el año 1492,
que comenzaba con la espléndida recuperación de Granada y la culminación de la
Reconquista, continuó con la expulsión de los judíos y con el Descubrimiento de
América, que dio origen a la obra magna de España, la Hispanidad. Además de la
primera gramática castellana. Este hecho de la Reconquista nos debe recordar el
peligro de la religión musulmana, que es imposible de convivir pacíficamente con
otras religiones, como se demuestra a lo largo de la historia y en nuestro
tiempo, pues desde Filipinas a Nigeria, pasando por Indonesia, India, Oriente
Medio, Sudán o Yugoeslavia, los conflictos son terribles, sin olvidarnos de los
trágicos atentados de Nueva York, Madrid, Londres y Bombay. Por eso, una
celebración como esta nos debe ayudar a concienciar a nuestros compatriotas del
peligro de una nueva invasión por la vía de la inmigración, que producirá
gravísimos conflictos sociales en el futuro si no acertamos a cortarla ya.
Juan Molina recordó los grandes logros
sociales del Régimen anterior que ahora se están perdiendo y animó a la juventud
patriótica a luchar unida.
José María Caballero volvió a enunciar los
grandes principios morales, sociales y patrióticos del nacional-sindicalismo y
llamó especialmente a defender la familia, que es la célula básica de la
sociedad y que se ve ahora minada de forma inaudita.
Como siempre, presidiendo la Bandera de España
con el Escudo de los Reyes Católicos, acompañada de nuestras banderas. Y al
final, el "Cara al sol".
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